Perdiendo la cabeza
En algún lugar sobre una repisa en un cavernoso almacén en Alabama descansa la cabeza de Philip K. Dick, silenciosamente soñando con ovejas eléctricas. O quizás la cabeza robótica del legendario autor de ciencia ficción ha sido detonada. Estas son algunas de las posibles explicaciones para la bizarra desaparición del artístico homenaje a Dick. Pero no nos adelantemos. Esta historia de objetos perdidos, debería empezar por el principio.
Esta es una historia tan extraña como cualquier cosa que PKD ha escrito – un grupo de obras que incluyen los cuentos cortos detrás de películas como Blade Runner, Total Recall, y A Scanner Darkly. La historia incluye, naturalmente, un robot, un grupo de confusos humanos y una serie de malentendidos. La cabeza fue construida por David Hanson, fundador de Hanson Robotics. El autodescrito escultor-robotisista, que tiene un título de diseño de la Rhode Island School y realizó algunos trabajos en IA, se especializa en crear rostros de robots sorprendentemente reales, cubiertos de un polímero plástico que él llama frubber. Los robots tienen un amplio rango de expresiones generadas por docenas de pequeños servomotores. Puede realizar contacto visual con las personas gracias a su visión de seguimiento de movimiento y puede tener complejas conversaciones con un software de IA. Incluso logra reconocer rostros famiilares.
Fue PKD – el autor – quien llevó a Hanson a la robótica en primer lugar. Él cuenta: “Leyendo el libro de Valis, me motivó a construir robots que ayuden a salvar a los humanos de sus propias tendencias destructivas”.
Es creador de varios robots, incluido la cabeza de Albert Einsten que apareció como cubierta en el número de Enero de la revista Wired. Hanson gastó 25.000 dólares de su propio dinero para construir a su heroe.
Hanson y el desarrollador de software Andrew Olney, estudiaron la vida del autor y usaron sus novelas – particularmente We Can Build You (podemos construirte) – como plano para aplicar la personalidad de PKD al robot. La cabeza ganó el primer lugar en una competición auspiciada por la Asociación Americana para la Inteligencia Artificial, y el museo Smithsonian estaba planeando exhibirlo este otoño.
Esto ocurría hasta Diciembre, cuando Google invitó a Hanson y Olney para realizar una demostración de la cabeza de PKD en las oficinas centrales de la compañía en Silicon Valley. Desde entonces Hanson ha estado viajando, ha realizado dos viajes a Asia y ha trabajando toda la noche por más de cuarenta días. “Subí en el avión en Dallas a las 5 de la mañana, después de dormir quizás 45 minutos la noche anterior”, recuerda. “Metí la bolsa que contenía una cabeza de robot en el compartimiento superior y me dormí. Ni siquiera recordaba que teníamos un cambio de aviones en Las Vegas. La azafata del vuelo me despertó y salí del avión en medio de la niebla, mientras que la cabeza del robot permanecía en el compartimiento superior”.
Cuando Hanson llegó al aeropuerto de San Francisco, finalmente se dio cuenta que había dejado a su robot detrás. Hanson estaba determinado a no perder la cabeza, ya habíendo perdido la de Philip K. Dick. “Yo pensé, OK, OK, todo va a salir bien; ellos van a encontrar la bolsa” dijo “No se pueden confundir de bolsa, tiene una cabeza de robot dentro. Cuando tu la abres ves cables y piel, y la cabeza de un tipo”.
"Una vez en tierra", Hanson cuenta, "los oficiales de America West le dijeron que el avión que llevaba a PKD estaba en ruta hacia el condado de Orange; la tripulación buscaría el robot cuando aterrizaran. Dijeron después que PKD había regresado al aeropuerto de Las Vegas. Estaba guardado en una caja de seguridad y lo enviarían en el proximo vuelto a San Francisco. El avión aterrizó sin problemas, pero la cabeza no. En algún lugar sobre Sierra Nevada había desaparecido".
Los oficiales de America West le dijeron que habían buscado en todas partes y que la búsqueda continuaba. Si la cabeza no reaparecía, incluso le propusieron a Henson un escenario de “final feliz” patrocinando un nuevo robot. Mientras tanto, la cabeza puede estar en una repisa en una compañía de Alabama que compra a la aerolínea objetos abandonados después de 30 días que no son reclamados. Hanson sospecha que la cabeza ha sido robada por un cargador de equipajes inescrupuloso o ha sido victima del celoso sistema de seguridad de la aerolínea que llamó al escuadron antibombas. “Sería un final realmente extraño” Dice Hanson “si la cabeza del robot de Philip K. Dick es detonada por otro robot”
Tom McNichol
1 Comments:
Me estoy tomando la libertad de copiar tu traduccuon, ya que me considero fan de PKD
mi blog es http://stormbringer-blog.blogspot.com/
Publicar un comentario
<< Home